El blanqueamiento dental es un tratamiento que permite, de una manera mínimamente invasiva, lograr resultados estéticos motivadores para el paciente.
Sin embargo, pueden existir casos donde no se logran resultados favorables, o mismo casos en que el paciente no este safisfecho al final del tratamiento por su sonrisa estar demasiado blanca o no suficientemente blanqueada, aunque se note un éxito clínico del procedimiento.
De modo a evitar sorpresas durante el tratamiento de blanqueamiento dental, recomendamos seguir los siguientes pasos para la evaluación y el tratamiento blanqueador profesional. Es posible que deba adaptar los pasos, dependiendo del paciente y del tratamiento blanqueador que seleccione.
- Realice la historia clínica del paciente
Evalúe el origen de las decoloraciones dentales y compruebe si hay restauraciones que pudieran afectar el resultado final (mediante radiografías, si es necesario). Considere si conviene modificar su propia historia clínica periódica agregando una pregunta sobre la satisfacción del paciente con su estética oral. Explique al paciente que restauraciones no se aclararán, y discuta la necesidad de realizar nuevas restauraciones luego del blanqueamiento. Verifique sensibilidades existentes y realice el tratamiento adecuado antes de comenzar el procedimiento de blanqueamiento.
No proceda si la paciente está embarazada o en período de lactancia.
- Examen de la cavidad oral
Examine la boca del paciente evaluando los tejidos blandos y los dientes. No debería haber microfiltración bajo las restauraciones, piezas fracturadas ni caries interproximales.
- Maneje las expectativas del paciente
Evalúe las expectativas, la motivación y la actitud del paciente. Explíquele las posibilidades y las limitaciones del tratamiento blanqueador en el entorno específico de su situación individual y ayúdele a establecer unas expectativas realistas.
- Efectúe la profilaxis
Proceda a efectuar la profilaxis. Utilice pasta de pulir para eliminar todos los pigmentos exógenos, dado que la placa inhibe o reduce la eficacia de los agentes blanqueadores.
- Determine el color inicial de los dientes
Identifique el color inicial de los dientes con la ayuda de un Colorímetro VITA modificado como se muestra abajo. Fotografíe los dientes después de la profilaxis y antes del blanqueamiento, o identifique el color con la participación activa del paciente (por medio de un espejo) y documéntelo. Pregunte al paciente cuál es el resultado blanqueador que desea.
- Obtenga el consentimiento del paciente
Procure que el paciente firme un consentimiento informado del tratamiento blanqueador y de los costos derivados o llegue a cualquier otro tipo de acuerdo, según sea adecuado.
- Seleccione el producto blanqueador
Sobre la base de la historia médica inicial, el tipo de decoloración y las expectativas del paciente, recomiende 1 ó 2 métodos de blanqueamiento y llegue a un acuerdo con el paciente. Se pueden utilizar sucesivamente múltiples productos Opalescence para cumplir con las expectativas del doctor y del paciente. Siga las instrucciones de uso. Si se eligen los sistemas para uso en casa Opalescence PF u Opalescence Go, agende controles periódicos.
- Eduque al paciente para obtener los mejores resultados
Instruya al paciente para que evite el consumo de alimentos y bebidas que podrían manchar los dientes durante las 24-48 horas posteriores al tratamiento. Esto incluye café, té, bebidas cola, vino tinto, jugo de frutas y frutas rojas.
- Determine el color final
Identifique el color final usando el Colorímetro VITA (modificado como en #5). Fotografíe los dientes al finalizar el tratamiento. El cambio de color definitivo sólo puede ser registrado algunos días después de finalizado el tratamiento, cuando los dientes se hayan rehidratado y no queden remanentes de peróxido.
- Si es necesario, aplique un tratamiento con flúor
Al finalizar el blanqueamiento, muchos odontólogos recomiendan un tratamiento con flúor. Evite aplicaciones de barniz (ya que los dientes deberán tener la posibilidad de rehidratarse).