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Sarai Gutiérrez no lo dudó. A pocos días de casarse con Alonso Muñoz, sabía que quería verse espectacular en cada foto, cada saludo y cada momento de ese día tan esperado. Y dentro de todo lo que implicaba planear una boda, el vestido, los pendientes de última hora, los invitados, había algo que no quería dejar por fuera: su sonrisa.
En consulta, su odontólogo le recomendó
"Me lo ponía mientras trabajaba, mientras organizaba cosas de la boda, incluso mientras me arreglaba para mi despedida de soltera. No interrumpía mi día y no sentí sensibilidad," cuenta Sarai.
Sarai usó Opalescence Go™ durante cinco días y los resultados hablaron por sí solos. El día de la boda, su sonrisa (y la de Alonso también) fue protagonista. No se trataba solo del blanco visible, sino de la confianza con la que se sentían al sonreír.
“Ese día simplemente no podíamos dejar de sonreír,” recuerda Alonso. “Y no era solo por la felicidad. Nos encantó cómo se veía nuestra sonrisa.”
Historias como esta reflejan el verdadero impacto que puede tener un tratamiento como Opalescence Go™. Más allá del resultado estético, está la experiencia: la facilidad, la comodidad y la seguridad de un producto respaldado clínicamente, que se adapta al ritmo de vida del paciente y se convierte en un aliado real en momentos clave.
Para el profesional, Opalescence Go™ representa más que un blanqueamiento:
Sarai y Alonso vivieron una experiencia positiva gracias a una recomendación oportuna y a un tratamiento que se adaptó a sus necesidades. Esa misma satisfacción puede repetirse en su consultorio cada vez que receta un producto que entrega resultados sin complicaciones.
Porque no se trata solo de blanquear dientes. Se trata de dar seguridad, de sumar valor y de ser parte aunque sea desde lejos de los momentos más importantes de sus pacientes.
¿Ya está recomendando Opalescence Go como parte de su práctica diaria?