Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. lo llamaron "uno de los diez grandes logros de la salud pública del siglo 20". Hoy en día es difícil imaginar la salud oral sin que ésta sea una de las primeras cosas que vienen a la mente. Por supuesto que estamos hablando del fluoruro. Su papel como el factor más importante en la prevención de la caries realmente ha revolucionado la calidad de vida de innumerables personas en todo el mundo, por lo que la caries dental - una de las enfermedades más extendidas en el mundo – se han vuelto evitables e incluso se pueden prevenir.
Después de mudarse a Colorado Springs en 1901, el Dr. Frederick McKay, dentista, comenzó a notar una presencia inexplicable de manchas de color marrón oscuro, moteadas, en una gran cantidad de dientes de la gente del pueblo, lo que, a medida que se corrió la voz, pronto llegó a ser conocido como "La Mancha Marrón de Colorado”. Curiosamente, el equipo de McKay notó que los pacientes que presentaban esmalte moteado también mostraban una resistencia curiosamente fuerte a la caries, lo que condujo al descubrimiento del culpable de la tinción: altos niveles de fluoruro. Después de bajar los niveles de fluoruro lo suficiente como para brindar beneficios dentales al paciente sin causar fluorosis, el gobierno de los EE.UU. comenzó a incluir niveles seguros de fluoruro todas las ciudades de ese país, afectando la reducción de caries y la caries dental en un 60%. Desde entonces, el fluoruro continúa liderando la guerra contra las caries como comandante en jefe.
El fluoruro trabaja para combatir y prevenir la caries dental causada por la conversión de los azúcares de la dieta en ácido. A medida que la placa se vuelve ácida, los iones de calcio y de fosfato en el esmalte comienzan a disolverse o a desmineralizarse. El fluoruro detiene el proceso de desmineralización y trabaja para remineralizar el esmalte neutralizando la acidez en la placa. Los iones de fluoruro en la saliva y en la placa reducen en gran medida la conversión de azúcar en ácido- que es la causa de la caries.
Hoy en día, el fluoruro se puede encontrar en incontables productos dentales tópicos, así como en dos tercios del suministro de agua de los EE.UU. Los fluoruros tópicos disponibles en el mercado incluyen pastas dentales y enjuagues bucales. En un entorno de atención profesional, los fluoruros han evolucionado de su forma en espumas y geles a los barnices actuales.
Los barnices se han ganado el favor de los dentistas gracias a su capacidad de endurecer rápidamente después de ser pincelados sobre la superficie dental. Naturalmente, la capacidad adhesiva del barniz de fluoruro tiene el potencial de proporcionar al diente la máxima cantidad de absorción de fluoruro, a diferencia de los enjuagues bucales y geles que, en lugar de adherirse a los dientes, son fácilmente removidos por los líquidos, la saliva y los alimentos. Sin embargo, el hecho de que los barnices se adhieran al diente durante un largo periodo de tiempo puede también ser su perdición, debido a su textura notoriamente arenosa e incómoda. Además de la sensación de rugosidad que dejan los barnices en los dientes, también tienden a dejar un residuo antiestético y embarazoso, lo que ocasiona que los pacientes se lo quiten o se lo cepillen prematuramente, reduciendo su eficacia.
Como respuesta a la abrumadora demanda, Ultradent creó Enamelast, un barniz de fluoruro liso, limpio y que se siente muy natural. Cuando se aplica, Enamelast queda casi invisible sobre los dientes. Presenta un agente promotor de la adhesión patentado que mejora la retención del barniz, volviendo más fácil para los pacientes recibir los beneficios de la máxima absorción de fluoruro. Enamelast también facilita una liberación sostenida más prolongada cuando se aplica en dientes tratados previamente con un sellador ortodóntico.