La distancia de apertura bucal in vivo de un paciente masculino adulto promedio es de 30mm¹. Este rango limitado, junto con la ubicación posterior de muchas restauraciones, vuelve casi imposible posicionar una lámpara de polimerización tradicional con una cabeza de gran tamaño o una guía de luz angulada, que normalmente obliga al operador inclinar su lámpara a un ángulo de 45-60º, imposibiltando la irradiación directa de la luz sobre la restauración en dientes posteriores.

El ángulo de 5º de la cabeza de VALO y su gran lente de vidrio temperado de 9,6mm permiten al mismo tiempo un posicionamiento sencillo de la lámpara y la cobertura de un área de mayor superficie, ahorrando tiempo y esfuerzo.

Debido a que su cuerpo de fue diseñado con forma de "vara" sin agregar una guía de luz, VALO alcanza todas las zonas de la boca sin requerir un estiramiento exagerado de la ATM y de los tejidos blandos del paciente, un problema común que puede suceder con otras lámparas. Además, la gran huella de VALO puede polimerizar la superficie completa de una preparación de Clase II para posteriores en sólo una exposición.

El acceso directo y de manera perpendicular a la restauración es particularmente crítico en restauraciones posteriores donde se utilizan matrices metálicas, que bloquearán la luz y la impedirán de alcanzar la interface de adhesión.

^{1. Calder I, Picard J, Chapman M, O’Sullivan C, Crockard HA. Mouth opening: a new angle. 2003;99(4):799-801.}