Para aquellos que no conocen al Dr. Price y su trabajo, él es ampliamente considerado dentro de la industria dental como el principal experto en lámparas polimerizadoras y en investigación sobre todo lo que tiene que ver con polimerización dental. De hecho, ha sido citado en más de 3,000 artículos de investigación evaluados por colegas, en acerca de 140 publicaciones durante su carrera. Hoy por hoy, encuentra una gran satisfacción en asesorar y desarrollar investigaciones para las nuevas generaciones de estudiantes de odontología, odontólogos e investigadores dentales de todo el mundo.
Dr. Richard Price, renombrado investigador y clínico dental.
Usted ha estudiado las lámparas polimerizadoras de manera apasionada por muchos años. ¿De donde nació esa pasión por aprender e investigar sobre la importancia de esta tecnología odontológica?
Mientras estudiaba mi PhD en Materiales Dentales, comencé a notar una tendencia a la que he llamado “iceberg composite” o “composite dulce”. Muchas veces, odontólogos polimerizan el composite con cualquier lámpara que tienen en su práctica, y a pesar de que se ve polimerizado en la superficie, no tienen idea que qué está ocurriendo por debajo -tal como un iceberg. O, como con un dulce, que parece duro por fuera, pero por dentro puede estar blando. Por muchos años, odontólogos conferían esta tendencia a la calidad del composite o a la absorción de agua causando daño al composite y no me parecía lógico como algunos tenían ese problema mientras que otros no, a pesar de estar utilizando el mismo composite. Entonces tuve el presentimiento de que no tenía nada que ver con el composite, sino con la lámpara polimerizadora y fue así como comencé a investigar más sobre esta tecnología. Para ir directo al grano, encontramos, una vez tras otra, que el composite usado por cada odontólogo no eran el responsable, sino que en cambio, era la técnica y la calidad de la lámpara polimerizadora utilizada lo que explicaba el problema.
Entonces, siendo la lámpara polimerizadora un factor tan importante en la calidad de trabajo del odontólogo, ¿qué consejo les daría a aquellos que están buscando adquirir una nueva?
¡Que compren una buena! (risas)
Pero poniéndonos serios, adicionalmente a comprar una buena lámpara (lo que no estaba diciendo en broma), también aconsejaría que los odontólogos se den a la tarea de aprender a manejar bien su nueva -y ojalá de buena calidad- inversión. No hay nada peor que trabajar todo el día con la lámpara polimerizadora en un modo de baja energía porque cambió el modo de regular a bajo ¡sin darse cuenta! Es algo que ocurre frecuentemente en las prácticas en donde los clínicos ven el botón de ‘on’ y ‘off’ y no se han tomado el tiempo de aprender más acerca de los modos de energía frecuentemente ofrecidos por lámparas polimerizadoras de alta calidad como VALO o VALO grand.
¿Qué diferencia a la lámpara polimerizadora VALO Grand de otras lámparas LED disponibles en el mercado?
Yo creo que la principal característica que distingue a VALO Grand es su lente de 12 mm, seguido por supuesto de su durabilidad única gracias a su construcción monocuerpo. Todas las lámparas polimerizadoras VALO son muy fuertes. No estoy sugiriendo que la arrojen al piso con rabia, pero me atrevo a decir que, si alguien lo ha hecho alguna vez, seguramente siguió funcionando bien mientras que lámparas de otras marcas no sobrevivirían si se caen al piso -incluso las costosas- lo que costaría un par de miles de dólares.
Hay muchos otros productos “yo también” cuando se trata de lámparas polimerizadoras, pero en mi experiencia, no hay ninguna en esos aspectos como VALO en el mercado.
Creo que otra cosa que le diría a los clínicos que están considerando comprar una lámpara polimerizadora nueva es que con VALO o VALO Grand pueden estar seguros de que van a curar completamente todo tipo de resinas y materiales.
Por ejemplo, una lámpara polimerizadora LED regular seguramente va a curar todo tipo de composite, pero la pregunta real es, qué tan bien curará el composite y cuánto tiempo tomará hacerlo. ¡Todo eso es importante! Aquí es cuando “iceberg” o “composite dulce” entran en juego, como lo mencioné antes. Pasa demasiado a menudo que un odontólogo está entrando a perforar un empaste dental y sobrepasa la superficie, y de repente su fresa dental se resbala porque está blando en el centro. No debería ocurrir tan a menudo y yo creo que VALO -ya bien la VALO original o VALO Grand- resuelve ese problema con su habilidad de polimerizar completamente. Yo uso la lámpara VALO en mi consultorio y puedo decir esto: ¡centros o fondos suaves no ocurren en mis restauraciones!
¿Qué tanto porcentaje del ingreso de un consultorio dental depende de la calidad de la lámpara polimerizadora que utilicen, asumiendo que la utilicen correctamente?
Yo diría que al menos un 50%, porque pensándolo bien, la lámpara polimerizadora se utiliza no solo para composite, sino también para sellantes, para adhesión, agentes de cementación para restauraciones indirectas, y en ortodoncia para brackets, etc. ¿Se imaginan en un consultorio ortodóntico si los brackets de los pacientes se resbalan constantemente, el desastre que sería y la cantidad de dinero y tiempo que se perdería?
En su experiencia, ¿qué aspectos de las lámparas polimerizadoras no entienden los odontólogos o tal vez están ignorando?
Yo creo que muchos odontólogos no reconocen la importancia extrema de la polimerización no solo porque, como lo hemos discutido, ven que la superficie de la restauración está firme y por lo mismo creen que el fondo está firme también, sino que también varios creen que cuando retiran la lámpara de la restauración, el composite se sigue curando solo. La realidad es que tan pronto como se apaga la lámpara, hay solo una pequeña cantidad de composite que continúa curándose y nunca se curará por completo si se apaga la lámpara de manera prematura.
Mi mejor consejo para los clínicos, para asegurar un curado apropiado, es utilizar lentes y ver bien de cerca lo que están haciendo. Muchos odontólogos o miembros de su equipo miran para otro lado cuando están polimerizando porque quieren proteger sus ojos sin utilizar los lentes y luego resultan curando los labios, las encías la lengua y ¡cualquier otra cosa menos la restauración! Es muy importante mantener la mirada en la restauración para asegurarse de que la luz está ubicada exactamente sobre la restauración. La lámpara VALO hace que esto sea más fácil gracias a su bajo cabezal de perfil que permite acceder a dientes posteriores fácilmente mientras proporciona buena visibilidad al clínico.
Muchos odontólogos se preocupan por la contracción del composite al usar la lámpara polimerizadora. ¿Qué consejo les puede dar?
¡La única razón para que un composite se encoja al polimerizar es… ¡porque está siendo polimerizado! El composite se somete a una reacción química al ser polimerizado y esto ocasiona que se encoja. No polimerizar completamente para que el composite no se contraiga es una pésima idea. ¡Una polimerización completa es lo que siempre debemos buscar!
¿Entonces, como se puede compensar la contracción?
Pueden hacer una colocación por incrementos, construyendo el composite en capas, o también pueden polimerizar en incrementos graduales. Por ejemplo, con una restauración MOD, se cura el mesial primero, luego el distal, luego el centro. Esto le puede permitir al clínico observar la contracción e ir construyendo el composite a medida que se va necesitando. ¡Pero nunca, nunca se debe polimerizar a medias!
¿Sugiere usted el uso de un radiómetro, qué tan a menudo y cuál radiómetro recomendaría?
Yo sí recomiendo que los odontólogos utilicen un radiómetro. Sin embargo, quiero advertir que no siempre se puede creer en lo que dice el radiómetro. Esta no es la parte importante, porque cada marca de radiómetro puede arrojar diferentes medidas. Esencialmente, se trata de un aparato económico, a no ser que se esté dispuesto a invertir 10,000 dólares en uno, lo que veo absolutamente innecesario. Lo que importa es que se haga una evaluación comparativa del valor que arroja la lámpara polimerizadora justo cuando recién se compra y luego apuntar cuando ese valor disminuya. Creo que revisar la lámpara polimerizadora con un radiómetro debería ser parte de la rutina diaria en una práctica dental.
Una última recomendación que quiero hacer es revisar la punta de la lámpara rutinariamente, para limpiarla de residuos porque ese tipo de obstáculos disminuyen la potencia de la lámpara significativamente, algo que se puede remediar fácilmente limpiándola o reemplazando la punta.
¿Cuál lámpara polimerizadora utiliza en su consultorio?
Prefiero utilizar la VALO corded porque me gusta que esté conectada, así no se pierde o se la lleva alguien. Pero es mi preferencia personal. Otros clínicos prefieren la comodidad de la VALO cordless (inalámbrica).
¿Podría compartirnos algunos tips para el uso adecuado de la lámpara VALO?
Para restauraciones indirectas, me gusta tener mi VALO en el modo Xtra Power, porque para mis coronas, zirconio, etc., creo que es más efectivo a la hora de curar el agente cementante. A parte de esto, el modo Regular Power de mi VALO funciona perfectamente para todas mis restauraciones directas.